• Adiós a uno de los grandes

    Myrna Solera. 

    A muy pocos periodistas de mi tiempo les sonará el nombre de Luis Cantero. No pertenece a ese pequeño y reducido grupo de eruditos que llenan las páginas de la historia del periodismo con escritos bellos o emblemáticos. Lo de Cantero ocupa las páginas de otra sección, supone otra esencia. Cuenta Alfonso Rojo en el periodista digital que el propio rey Don Juan Carlos era un seguidor entusiasta de su  particular obra. Allá por la década de los 80 el periodista llenaba las páginas centrales de la revista Interviú con imágenes transgresoras de mujeres desnudas. Cantero puso su sello a reportajes y columnas entre los años 1976 y 1999 en el semanario líder del grupo Zeta. Su carrera, en progresiva decadencia, terminó en la televisión pública.
    Luis Cantero en uno de sus reportajes de sexo
    A él le debemos el mérito de abrir la puerta a los "reportajes de provocación" un género que el periodista Alfonso Rojo lo define como un estilo periodístico que tan sólo Interviú supo "cultivar con éxito durante la transición". Este particular género, siguiendo a Rojo, consistía en "imaginar una historia inverosímil, recrearla y observar las reacciones de la gente".

    Periodista creativo, rompedor y adelantado a su tiempo Cantero puede presumir de ser de los pocos periodistas con el que el Rey se saltaba el protocolo para "alabar" su particular estilo de vida. Quizás sea de esos informadores de los que una servidora echa de menos. Sugerente, provocativo, pionero pero ante todo creativo. Esas personas que pasan de puntillas por la vida pero sin las cuales nada hubiera sido lo mismo. Desgraciadamente todo esto ha quedado ya en el olvido. Ahora forma parte de una triste historia de la que muy pocos se acuerdan y de la que sólo algunos añoramos ahora con nostalgia.

    Hoy desde este humilde blog queremos decir adiós a uno de los grandes. Cantero fallecía el pasado 15 de octubre a causa de una embolia pulmonar. Se fue en la más absoluta soledad en un piso herencia de sus padres. El cuerpo sin vida del periodista permaneció durante tres días en su domicilio y tuvieron que ser los vecinos de la zona los que detectaron su ausencia. Solo y sin armar jaleo. La persona que marcó la transición con esas fotos provocativas y espectaculares que tanto gustaron y dieron que hablar se marchó de puntillas. Pocos compañeros lloran hoy su pérdida y generaciones como la mía apenas conocen quién fue o qué aportó al mundo de la comunicación. Y lo más triste de todo, como señalaba la que fue su compañera Pilar Eyre, "su fallecimiento no ha merecido ni una sola línea en los periódicos".

1 comentarios:

  1. Unknown dijo...

    Felicidades Myrna por el blog. No sabía de su existencia. Me ha llamado mucho la atención, es dinámico e interesante. Mucho ánimo para seguir cuidando este proyecto, pues es una forma útil y rápida de daros a conocer. Me produce envidia sana, ¿quién sabe? Igual el día menos pensado me hago uno.
    Un abrazo, espero que vaya todo genial.
    Vicente Requena

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